Dr. Palacios: «Falta una estrategia nacional para la determinación de biomarcadores en cáncer de mama»
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PREGUNTA.- Si tuviera que ofrecer un dato epidemiológico que ofrezca un panorama preciso del alcance del cáncer de mama en España, ¿cuál sería? ¿Y en Europa?
RESPUESTA.- En España se diagnostican alrededor de 34.000 nuevos casos de cáncer de mama al año. Tiene una incidencia de 144 casos por cada 100.000 mujeres al año. Es el cáncer más frecuente en la mujer y representa aproximadamente el 30% de los cánceres que se diagnostican en este sexo. No obstante, se estima que en España la prevalencia, es decir el número de casos de mujeres que viven con cáncer de mama, es de algo más de medio millón de casos. El 1% de los cánceres de mama se desarrollan en hombres. En Europa, se diagnostican alrededor de medio millón de cánceres de mama al año.
P.- La detección precoz ha hecho mucho por mejorar el pronóstico, ¿en qué margen de supervivencia estamos en la actualidad?
R.- Se estima que en España mueren aproximadamente 6.500 personas al año por cáncer de mama, mientras que esta cifra se eleva a casi 90.000 en la Unión Europea. Comparados con otros tumores malignos, el cáncer de mama tiene un pronóstico relativamente bueno, ya que la supervivencia en el primer año de vida es de casi el 93% y a los 5 años de aproximadamente el 75%.
P.- ¿Cuáles han sido los avances más significativos de la última década en el diagnóstico?
R.- Han mejorado mucho la tecnología de imagen radiológica para la detección precoz y una mejor evaluación de la enfermedad en la mama. Además, se han protocolizado más la información que proporciona el estudio anatomopatológico para evaluar el pronóstico y se han incorporado nuevos biomarcadores que permiten adecuar el tratamiento de las pacientes. Además de los marcadores clásicos como la detección de receptores de estrógenos, progesterona y HER2, se ha incluido, para ciertos estadios clínicos y tipos tumorales específicos, el uso de plataformas genómicas para seleccionar pacientes que no requieren quimioterapia, el estudio de PD-L1 para considerar el uso de inmunoterapia, o las mutaciones de PIK3CA o ESR1 para seleccionar el tipo de hormonoterapia.
P.- ¿Y en materia de prevención?
R.- La consolidación de los programas de cribado en las distintas autonomías españolas y las campañas de divulgación respectos a hábitos de vida saludable. Una adecuada alimentación, restringiendo el uso del alcohol, evitar el sobrepeso y practicar ejercicio con regularidad tiene un impacto positivo en la prevención del cáncer mama. En el futuro próximo, es probable que se extienda el cribado, realizándose a mujeres de entre 45 y los 74 años (en comparación con el grupo de edad actual de 50 a 69 años), si se siguen las actuales recomendaciones europeas en esta materia.
P.- ¿Puede hablarnos de los tipos de tumores difíciles de tratar? ¿A qué proporción de pacientes afectan? ¿Qué les diferencia de otros tumores?
R.- Aunque el tratamiento se debe individualizar tanto como sea posible en cada paciente, existen ciertos grupos de tumores para los cuales el arsenal terapéutico es más reducido o, por su estadio clínico, los resultados que se obtiene con el tratamiento actual son menos favorables. Así, hay un grupo de tumores, que representan el 10%-15% de los carcinomas de mama, denominados genéricamente triples negativo, biológicamente muy agresivos, que al no expresar receptores de estrógenos ni de progesterona ni HER2, solo tienen como tratamiento el uso de quimioterapia en estadios iniciales. Por otro lado, hasta un 5% de los carcinomas de mama se presentan con metástasis al diagnóstico, lo que supone una dificultad a la hora de controlar la enfermedad.
P.- ¿Qué retos quedan por superar para hacer frente a este problema?
R.- Para mejorar los tratamientos es indispensable, además de otros factores, profundizar en las características biológicas y alteraciones moleculares de los distintos carcinomas de mama. Por ejemplo, los carcinomas triples negativos, aunque considerados como un tipo clínico, en realidad son un grupo heterogéneo de tumores en el que se está intentado reconocer subtipos concretos a los que trata de forma más específica, basándonos en sus características moleculares. Conocer mejor la respuesta inmune y cómo potenciarla a través de distintas formas de inmunoterapia es otra de las grandes áreas de investigación, que ya está dando sus frutos. La incorporación de nuevos fármacos innovadores, como los anticuerpos conjugados con quimioterapia, probablemente cambiará el curso de la enfermedad en muchos pacientes.
P.- En su opinión, ¿es el acceso a las terapias innovadoras y a los últimos métodos de diagnóstico uno de ellos?
R.- Sin duda, un rápido accesos a nuevas terapias eficaces y a métodos diagnósticos sofisticados, como la secuenciación de nueva generación, es un reto en nuestro medio debido a dificultades administrativas y financiares del sistema.
P.- ¿Cómo podrían las autoridades promover un acceso ágil y equitativo, en España respecto a Europa y dentro de España en todas las comunidades autónomas?
R.- En cuanto a los métodos diagnósticos, en concreto la determinación de biomarcadores, se echa en falta una estrategia nacional que homogenice la situación dispar en distintas comunidades.